Unida a un exceso de simple información proporcionada por las escuelas y los medios de comunicación, en especial la televisión, se ha dado una falta criminal de FORMACI?N para los niños, adolescentes y jóvenes en lo que se refiere a la sexualidad humana.
Priva la promiscuidad y la banalización de las relaciones sexuales, dando por resultado la proliferación de ??embarazos no deseados?, abortos y terribles enfermedades venéreas como el SIDA.
Todo se vale, excepto hablar de CASTIDAD, palabra que suena odiosa a jóvenes y adultos. Cuesta trabajo aceptar en estos tiempos que no existe tal cosa como ??sexo seguro?. Y sin embargo, la doctrina Católica acerca de la virtud de la castidad sigue siendo el baluarte seguro para ejercer sanamente la sexualidad, don de Dios.