Tanto la enfermedad como el sufrimiento son parte de la vida humana. En los momentos de dolor el hombre experimenta su impotencia, sus límites, su finitud. En la enfermedad entrevemos también la muerte, que llegará inevitablemente un día.
Pero en esos momentos, Jesucristo está también con nosotros. No olvidemos como se compadeció de todos los aquejados por las enfermedades:"ha hecho andar a los cojos, oir a los sordos, hablar a los mudos..." decían de él sus contemporáneos.
Jesús nos dejó un Sacramento especial para estos momentos: con la Unción del óleo de los Enfermos, por medio del Sacerdote, Cristo se hace presente para curar su enfermedad y perdonar sus pecados.
Siguiendo paso a paso la Doctrina del Catecismo de la Iglesia Católica, este Folleto EVC, nos muestra la grandeza de este Sacramento y nos prepara para saber recibirlo.