Algo raro pasa en la actualidad: se tiene miedo a los compromisos definitivos, se vive en el hoy pensando en el bienestar, mientras dure el bienestar. Después ya veremos. Y eso se aplica al amor, al matrimonio: "Viviremos juntos mientras dure el amor" ¡Y lo malo es que se confunde el amor con la pasión!
El 14 de febrero se reunieron con el Papa Francisco treinta mil jóvenes para dialogar con él acerca de la imposibilidad práctica de prometerse fidelidad, de amarse para siempre.
La fugacidad de los compromisos también existe en el clero. Un joven le dijo al Papa "Yo quiero ser sacerdote, pero solo por diez años". Tenía horror a una opción definitiva.
El presente folleto nos resume las atinadas y exigentes respuestas de Francisco a la juventud.