Todos los días, en todo el mundo, por desgracia, se provocan abortos tanto clandestinos como ??legales? . Las mujeres intentan de esa manera solucionar un problema ocasionado por haber cedido al erotismo en un momento dado.
Lo que era considerado naturalmente como una aberración, como el crimen más nefando que puede cometer un ser humano, el asesinato de los propios hijos, ahora se considera como ??un derecho de la mujer? y movimientos falsamente feministas han logrado la despenalización de este crimen que causa anualmente más muertes que toda la Segunda Guerra Mundial que cobró 57millones de vidas humanas.
¿Pero qué sucede dentro de la mujer que tuvo un aborto provocado?, ¿Solucionó de veras un problema?, o ¿provocó otros peores?. Acosada en un momento por las consecuencias de un ??embarazo no deseado?, optó por el aborto, amparada en las leyes humanas y ahora resiente las consecuencias de su acción.
El ??Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y de la Familia? (IRMA) acude al rescate de la mujer -y del hombre también- que recurrieron al aborto y se hallan sumidos en la depresión y desamparo.